Autor: Muhammad Wajid Akhter | Traducción: Mireya Campuzano
No hay lugar en la Tierra tan venerado, central y santo para tantas personas como la Meca. Bajo los estándares cualquier análisis objetivo, este valle de la región del Hijaz en la Península Arábiga es el lugar más famoso de la Tierra.
Miles circunvalan la sagrada Kaaba en el centro de su santuario las 24 horas del día. Millones de hogares se adornan con sus fotos y más de mil millones de personas se direccionan hacia ella cinco veces al día para rezar.
La Kaaba es el epicentro de la Meca. El edificio en forma de cubo está en el corazón de la estructura más visitada en la historia de la humanidad y se encuentra envuelto de color negro y un gran halo de misterio.
Estas son sólo algunas cosas que la mayoría de la gente no sabe acerca de la Kaaba, nuestra Qibla:
10. Se ha reconstruido varias veces. La Kaaba que vemos hoy no es exactamente la misma que fue construida por los Profetas Abraham e Ismael, la paz sea con ellos, hace siglos. De vez en cuando, se ha requerido su reconstrucción debido a desastres naturales y de origen humano.
Por supuesto, todos sabemos de la gran reconstrucción que tuvo lugar durante la vida del Profeta Muhammad, que la paz y las bendiciones de Allah sean con él y su noble familia, antes de que iniciara su misión profética. Esta fue la ocasión en que el Profeta evitó un derramamiento de sangre entre las tribus árabes dominantes gracias a su agudeza de pensamiento, dando la solución sobre la forma de colocar la Piedra Negra con un paño que cada tribu podía levantar y así evitar rivalidades y dar preferencias a una tribu por sobre las demás.
Desde entonces, ha habido un promedio de una gran reconstrucción cada pocos siglos. La última renovación tuvo lugar en 1996 y fue extremadamente minuciosa, requiriendo la sustitución de muchas de sus piedras, volver a fortalecer sus cimientos y colocar un techo nuevo. Es probable que esta sea la última reconstrucción hecha durante muchos siglos (insha’Allah) ya que las técnicas modernas hacen que el edificio sea más seguro y estable que nunca.
9. Solía tener dos puertas…y una ventana. La Kaaba original tenía una puerta de entrada y otra de salida. Durante un período considerable de tiempo, también tenía una ventana situada a un lado. La actual Kaaba sólo tiene una puerta y ninguna ventana.
8. Solía ser multicolor. Estamos tan acostumbrados a la Kaaba cubierta por la elegante Kiswah negra con bandas de oro que no podemos imaginarla de cualquier otro color. Sin embargo, esta tradición parece haber comenzado en época de los califas abassíes (cuyo color era el negro) y antes de ello la Kaaba se cubría con varios colores incluyendo el verde, el rojo e incluso el blanco.
7. Sus llaves están en manos de una sola familia.
En el tiempo del Profeta, que la paz y las bendiciones de Allah sean con él y su noble familia, cada aspecto relacionado con los ritos del Hajj estaba en manos de los diferentes subgrupos familiares de la tribu de Quraish. Cada uno de estos perdería al paso del tiempo su tutela de cada rito particular, excepto uno. En la conquista de La Meca, el Profeta le devolvió las llaves de la Kaaba, en lugar de mantenerlas en su posesión, a Osman ibn Talha, su antiguo custodio perteneciente a la familia de Bani Shaiba. Habían sido los guardianes tradicionales de la Kaaba durante siglos; y el Profeta les confirmó en ese papel hasta el final de los tiempos con estas palabras:
«Toma, Oh Bani Talha, te pertenecerán eternamente hasta el día de la Resurrección, y no serán quitadas de vosotros, salvo por un tirano opresor e injusto.»
Ya sea califa, sultán o rey, los hombres más poderosos del mundo han tenido que ceder ante las palabras del Profeta y pedir permiso a esta humilde familia de La Meca antes de poder entrar en el interior de la Kaaba.
6. Solía estar abierta a todo el mundo. Hasta hace poco, la Kaaba era abierta dos veces por semana para que cualquiera pueda entrar y orar en su interior. Sin embargo, debido al rápido crecimiento en el número de peregrinos y otros factores, la Kaaba se abre ahora sólo dos veces al año para los dignatarios y sus invitados exclusivos.
5. Podías ser capaz de nadar a su alrededor. Uno de los problemas que tiene la Kaaba es que está situada en la parte inferior de un valle y cuando llueve los valles tienden a inundarse. Esto no era un acontecimiento raro en la Meca y era la causa de muchos problemas antes de que se colocaran sistemas de control de inundaciones y aguas residuales. Durante días la Kaaba se encontraba parcialmente sumergida en el agua. ¿Eso detenía a los musulmanes de la realización del Tawaf (la circunvalación)? Por supuesto que no.
4. El interior contiene placas conmemorativas de los gobernantes que la recostruyeron.
Durante años, muchos se han preguntado cómo se ve el interior de la Kaaba. Basarse en las narraciones de segunda o tercera mano de aquellos que tuvieron la suerte de entrar simplemente no era suficientemente satisfactorio. Entonces, una persona con suerte que entró, tomó su teléfono con cámara con él y millones de personas han visto las imágenes en línea temblorosa desde entonces.
El interior de la Kaaba está ahora cubierto de mármol y un paño verde que cubre las paredes superiores. Fijadas a las paredes hay placas que conmemoran cada remodelación o reconstrucción de la Casa de Allah y al gobernante que lo hizo. Mira el vídeo a continuación del único lugar del mundo en el que se puede rezar en cualquier dirección que se desee, la Casa de Allah, el primer lugar de culto para la humanidad: la Kaaba.
3. Hay dos kaabas. Justo encima de la Kaaba, en el cielo hay una réplica exacta. Esta Kaaba fue mencionada en el Corán y por el Profeta, la paz sea con él y su bendita familia. El Mensajero de Allah dijo narrando al respecto durante la noche de la ascensión:
«Junto con el ángel Gabriel entre a Bait al-ma’mur (la casa de Allah en los cielos)…estando en ella realicé dos ciclos de oración y después me retiré».
2. La piedra negra está rota. ¿Alguna vez te preguntaste cómo la Piedra Negra llegó a estar en la cubierta plateada que la rodea?
La Piedra Negra fue fracturada por una gran roca disparada por el ejército omeya de Yazid cuando sitio a la Meca mientras estaba bajo el control de Abdullah ibn Zubair. Sin embargo, posteriormente recibiría más daños en la Edad Media, a manos un grupo herético extremo llamado Qármata, el cual había declarado que la peregrinación a la Meca era un acto de superstición. Los seguidores de esta tendencia decidieron matar a decenas de miles de peregrinos y arrojar sus cuerpos en el pozo de Zamzam.
Como si este acto no fuera suficiente, estos extremistas robaron la Piedra Negra y la trasladaron al este de Arabia y luego a Kufa, en Irak, donde la retuvieron hasta que fueron obligados a devolverla por el califa en el poder. Cuando la devolvieron, se encontraba en pedazos y la única manera de mantener juntas sus partes era confinándola en una caja de plata. Algunos historiadores relatan que todavía hay algunas piezas de la piedra perdidas.
1. No tiene forma de cubo. Sí, el cubo más famoso en el mundo en realidad era un rectángulo. Las dimensiones originales de la casa eran rectangulares e incluyen la zona semicircular conocida hoy como Hiyr Ismail, donde la tradición cuenta que se encuentran sepultados el Profeta Ismael y su madre Hagar.
Cuando la Kaaba fue reconstruida apenas unos años antes de que el Profeta recibiera su primera revelación, los Quraish acordaron utilizar únicamente los ingresos de origen lícito para completar la reconstrucción. Eso significaba que no aceptaban dinero producto de los juegos de azar, el saqueo, la prostitución, el interés, etc. No obstante la sociedad árabe antes del surgimiento del Islam estaba tan corrompida que no había suficiente dinero de origen puro en esta próspera ciudad comercial para reconstruir la Kaaba en su tamaño y forma originales.
Debido a ello, se acordó hacer una versión más pequeña de la Kaaba y poner una media pared de ladrillos de barro (llamada Hiyr Ismail) para indicar las dimensiones originales. Hacia el final de su vida, el Profeta tenía la intención de reconstruir la Kaaba sobre sus cimientos originales, pero falleció antes de que pudiera cumplir su deseo.
La historia de la Kaaba no es sólo una historia interesante de nuestro pasado. La Kaaba es un símbolo real y actual que conecta a todos los musulmanes, dondequiera que estén. También nos conecta con nuestro pasado glorioso y no tan glorioso para que podamos extraer lecciones y comprender que somos parte de una misión eterna. En una época donde los musulmanes se desconectan cada vez más tanto de su historia como entre sí mismos, la Kaaba nos recuerda nuestra herencia compartida. Es un símbolo de la unidad en una Ummah muy necesitada de ella últimamente.