Por: Jafar Hassan | Traducción: Dra. Etchika Franco Juárez
La evolución y la religión nunca han sido amigos. Es común ver a los biólogos y los líderes religiosos discutir sobre ‘evolución’. Muchos de los biólogos creen que la religión no tiene nada que ofrecer a las personas que se esfuerzan en la búsqueda de respuestas sobre los orígenes de la vida. Por otra parte, los filósofos o los fundamentalistas religiosos tratan de responder a los científicos con argumentos lógicos. Por lo tanto, parece que ambas partes compiten sin investigar o tratarse de entender el uno al otro. Del mismo modo que los científicos necesitan mirar a los argumentos lógicos que los filósofos religiosos ofrecen; estos también deben adquirir conocimiento de las explicaciones científicas sobre la evolución y los conceptos relacionados. Sin saber acerca de la evolución como los biólogos la definen, es ilógico negarla ciegamente. Este artículo trata de proporcionar conocimiento sobre algunos de los estudios científicos acerca la evolución y que se han perdido en los debates religiosos hasta ahora. Sin tomar una postura teísta ni atea, primero vamos a tratar de aprender lo que significa la evolución y después analizar si es válida o no.
No vamos a discutir acerca de semántica sobre el tema, pero antes de comenzar, hay que mencionar una diferencia fundamental entre cómo los biólogos definen la evolución y lo que el verdadero Islam dice. La evolución podría definirse como un «cambio de dirección». Pero, ¿a dónde se dirige el cambio? Los biólogos están de acuerdo en que la evolución no está en movimiento o progresando hacia la perfección. De hecho, no es en absoluto progreso o avance ya que no hay un diseñador que controle el cambio. Solo significa que es una variación direccional. Por otro lado, para el Islam significa un viaje en dirección a la perfección. Es direccional así como también de naturaleza progresiva. De acuerdo al Islam, todo está bajo el control continuo y guiado por el diseñador definitivo: Allah o Dios, que es subsistente por sí mismo y es eterno. En el verso 50 del capítulo 20 en el sagrado Corán, se menciona que ‘Nuestro Señor es quien ha dado a cada cosa creada su forma y naturaleza, y además, le dio su guía’. Una vez que esta diferencia fundamental en las definiciones se aclara, se facilita el entender las ideas científicas o de los biólogos sobre la evolución.
Comencemos ahora por analizar conceptos fundamentales sobre la evolución. Científicamente, cualquier cambio en el tiempo a lo largo de varias generaciones es en esencia, evolución. Existen muchas causas de la evolución, una de ellas es la selección natural. Dos ejemplos históricos comunes de la selección natural son la aparición de microorganismos resistentes a los antibióticos y la polilla moteada durante la Revolución Industrial. Entonces, científicamente, la teoría de la selección natural es válida. Pero, ¿qué es exactamente la selección natural? Darwin define la selección natural como el proceso en el que las características o rasgos biológicos se vuelven más o menos evidentes después de la reproducción diferencial de los organismos. Esto afecta a la población en el sentido de que los organismos que se adapten mejor al entorno tienden a sobrevivir o aumentar en población, dichos organismos son capaces de transmitir las características observables a las siguientes generaciones. En tal caso, la evolución o el cambio ocurre debido a la selección natural o se puede decir que la selección natural configura el cambio evolutivo. No obstante la pregunta sigue siendo si las propias especies y los factores ambientales causan la selección natural o algo más poderoso lo causa.
La evolución se rige por dos procesos fundamentales. En primer lugar está el cambio dentro de un linaje (tal como se menciona en la selección natural) y el segundo es la formación de nuevos linajes. En esta etapa crítica es en la que se establecen las reglas de la evolución; en el siguiente paso, la biología o ciencia basan sus conceptos en la predicción. Sin hablar de la inmadurez de confiar en la predicción, la predicción indica que si el cambio ocurre dentro de un linaje, como en el caso de polillas, los linajes en ocasiones se separan formando especies nuevas, por lo tanto debe haber evidencias fósiles sobre las especies cambiando gradualmente o la formación de algunas especies nuevas. Hay un problema con esta predicción: La primera parte es correcta, pero la segunda parte, aquella en que los linajes a veces se dividen para formar nuevas especies o nuevas formas es en lo absoluto no científica y carece de bases. Pareciera que la comunidad científica está forzosamente tratando de poner los registros fósiles en algún tipo de observación hipotética.
Los biólogos mencionan que algunas observaciones fósiles indican la evidencia de la evolución y la presencia de ancestros en común. Adicionalmente a los registros fósiles, el concepto de un ancestro común es también aparentemente demostrado por la presencia de genes u órganos no funcionales en ciertos organismos; por ejemplo, la presencia de extremidades posteriores en las ballenas, o en el lenguaje de la genética, los genes que codifican los miembros, han causado que la ballena desarrolle extremidades traseras más pequeñas en comparación con las de sus antepasados. Pero, aún estos ejemplos de fósiles o genes vestigiales no podían probar satisfactoriamente la segunda predicción. La evidencia fósil por sí misma no podría probar la formación de las nuevas especies, incluso si los paleontólogos recogen todos los fósiles del universo. Esto no es un reto, pero si un hecho, que no se puede probar de otra manera hasta ahora por los científicos.
Asumiendo que los 3.5 mil millones años de existencia de vida en la Tierra sea un tiempo suficientemente largo para que los organismos evolucionen a través de procesos como la selección natural, ¿esto indica que nuevas especies se formen? Los biólogos responden diciendo que las nuevas especies no se forman por generación espontánea, sino que se forman a través de la evolución continua durante largos períodos de tiempo. Las nuevas formas o especies aprovechan los recursos que tienen alrededor. Para esta respuesta, se puede hacer una pregunta muy interesante: ¿Cómo es que las nuevas especies o las formas de vida recién generadas son conscientes de los recursos ambientales disponibles para ellas antes incluso de llegar a la existencia? Para ser más específicos, ¿cómo sabe el pez antes de nacer en su futuro entorno si necesita permanecer como un pez debajo del agua o evolucionar para convertirse en una nueva especie como un pájaro y volar en el aire? Los factores ambientales y de adaptación definitivamente afectan a la especie, pero todos estos factores aún no proporcionan la evidencia del origen de nuevas especies o un nuevo tipo de forma de vida.
¿Los humanos y los chimpancés tienen un ancestro en común?
Los científicos aseguran que los humanos no han evolucionado a partir de los chimpancés actuales, pero que ambos comparten antepasados comunes. Son de la opinión de que todas las especies han cambiado relativamente con respecto a sus ancestros. El término ‘relativo’ es un término científico delicado que es matemático y no se debe utilizar en biología, excepto cuando es demostrado con algunos números como indicadores. El ADN y secuencias de proteína, las diferencias o similitudes genéticas entre los diferentes organismos son estudiadas para probar la existencia de la hipotética ascendencia común. Se dice que las secuencias de ADN de los chimpancés y los seres humanos son comunes en un 99% y compartieron un ancestro común hace aproximadamente 5 o 7 millones de años. Y ha sido estudiado que los 15 millones de secuencias de bases de ADN han cambiado durante este tiempo. ¿Cómo fue que las dos especies con el paso del tiempo se diferenciaron de su antepasado común?
Existen varias teorías hipotéticas que tratan de responder este proceso de especiación. Una teoría indica que el aislamiento geográfico de una parte de la población del ancestro común durante un largo período de tiempo pudo haber causado la especiación. Con el paso del tiempo, habrían ocurrido mutaciones genéticas y esto habría conducido a la inactivación de cruzas. Esto también llevó a diferentes caminos evolutivos y en consecuencia, surgieron especies diferentes como los chimpancés y los seres humanos de hoy en día. La hipótesis es definitivamente deficiente, ya que contiene demasiadas suposiciones como la barrera geográfica de cierta población que nunca más se cruzó con la otra población o aún si lo hicieron, se provocó una inactivación en su reproducción. Otra hipótesis o modelo que recientemente se cita para probar la especiación es el reordenamiento cromosómico. Se dice que el entrecruzamiento y la recombinación en el cromosoma hacen que el material genético se combine al azar y por lo tanto se genere diversidad genética. Por consiguiente, la falta de flujo de genes y las mutaciones en los cromosomas reordenados causan que un grupo de población sea funcionalmente diferente de otra población. Tales mutaciones permanecen fijas en la población, y en consecuencia, causan incompatibilidad sexual con las otras poblaciones que no experimentaron ninguna mutación. El gran defecto de esta hipótesis es el factor de la «oportunidad» en los reordenamientos cromosómicos después del ancestro común. Con el debido respeto a los factores ambientales y geográficos, es poco convincente y cuestionable que tales mutaciones ocurrieran en cierto periodo de tiempo para formar funcionalmente diferentes especies por sí solas.
Hasta este punto , hemos tratado de enfocarnos en la evolución con respecto a la selección natural y la formación de nuevas especies. Aunque el Islam no está en desacuerdo con los cambios y procesos de selección natural y supervivencia dentro de un mismo linaje; la formación o la división de un nuevo linaje o especie a partir de esta no es aceptada por ninguna religión incluyendo el Islam. En ese caso, tampoco es aceptado por el Islam que todas las especies u organismos son el resultado de un ancestro común o de la división de una única forma de vida original. La mayor parte de los conceptos de evolución no tratan de explicar acerca de los por qué y cómo del origen de la vida, sino más bien encontrar el punto de origen de la especiación en el tiempo. La biología moderna estudia la historia evolutiva de la especie humana, chimpancés, orangutanes y gorilas mediante la comparación de las secuencias genéticas y formar modelos probabilísticos. La secuencia matemática de ADN y las proteínas podría indicar la similitud entre varias especies, pero hacer un árbol de la especiación de las mismas sobre la base de estudios fósiles es similar a tratar de resolver un rompecabezas en donde la pieza más importante está perdida. Esa pieza importante es el monoteísmo, el cual explica los cómos y el por qué. A menos que la ideología central de la evolución se corrigiera y se aceptara que todo en este universo se está moviendo hacia la perfección y finalmente hacia Allah, el debate entre el Islam y la evolución existirá y algunos de los conceptos de evolución siempre quedarán imperfectos y al azar, al igual que la definición actual de la teoría evolutiva.
Fuente: Ahlulbayt Islamic Mission