Sheikh Chafiq Jeradeh | Traducción al español: Rashida Jasso
Los recientes acontecimientos de violencia en el mundo musulmán han conducido hacia un nuevo foco: el santuario de Sayyidah Zaynab (la paz sea con ella) en Siria. Esto ocurre en el contexto de un enfrentamiento latente entre dos puntos de vista. Por un lado, el “takfirismo” musulmán que tiene la intención de destruir los símbolos islámicos que conectan la conciencia de los musulmanes con el Mensajero de Allah (s) y el advenimiento de la revelación divina; y, por otro lado, el musulmán que está en armonía con su contexto circundante a través de una conciencia religiosa y una afinidad hacia los «símbolos” religiosos. Esta conciencia religiosa que atrae hacia el Profeta Muhammad (s), se manifiesta a través de conmemoraciones específicas o una especial reverencia hacia las tumbas y santuarios de los compañeros fieles, los piadosos y los imames infalibles, como es el caso de los musulmanes chiítas.
Este último punto de vista es completamente rechazado por los Takfiris* quienes consideran al profeta Muhammad ‘muerto’ y cualquier simbolismo (o instancia icónica) que conecte con él o cualquier otra personalidad según sea el caso, equivale a politeísmo (shirk). Por lo tanto, según ellos, cualquiera que quiera visitar santuarios es un politeísta e infiel que merece ser asesinado. Esta mentalidad se ha vuelto tan degradada que ha tenido la audacia de violar la santidad de los muertos y exhumar las tumbas, algo que está prohibido por el consenso de los musulmanes. Tal fue el caso cuando tal sacrilegio ocurrió contra el cadáver de un compañero del Profeta de la talla de Hijr ibn ‘Adi, que fue descrito como un adorador ascético.
Hay una clara advertencia en este caso: lo que pueda suceder a la familia del Profeta, como los imames o Sayyidah Zaynab, a manos de estos Takfiris podría ser aún más vil y despreciable. Y esto sería absolutamente intolerable para un musulmán. Esta posición fue claramente dilucidada por Sayyid Hasan Nasrallah, quien afirmó que el martirio de aquellos que han sacrificado sus vidas para proteger el santuario de Sayyidah Zaynab en Siria, fue para evitar la sedición y el caos, porque los Takfiris han declarado abiertamente su intención de destruir y exhumar las tumbas de Sayyidah Zaynab y su padre, el comandante de los creyentes, el Imam Ali (a), tal y como fue declarado por una de las fuentes takfiris de sentencias legales.
Esto invita naturalmente a cualquier observador de los acontecimientos a investigar la importancia de la personalidad de Sayyida Zaynab (a), su estatus y la importancia de su santuario para los musulmanes en general, y para los chiítas en particular.
¿Quién es Sayyidah Zaynab?
Zaynab era la nieta del profeta Muhammad (s), e hija de Fátima al-Zahra y Ali Ibn Abi Talib (a). Ella era una hija distinguida que seguía los pasos de sus padres, y por lo tanto le fueron otorgados los títulos de Aqeelat Bani Hashim y aqeelat al-qawm; es decir, la líder de su familia y la honorable entre ellos. Destellos excepcionales de fe emanaban de su personalidad, debido a lo cual fue referida como «una erudita [dotada de profundo conocimiento] sin haber sido enseñado»; por ejemplo Ibn Abbas narró el Sermón de Fadak mediante transmisión de ella.
Ella nació en el sexto año de la Hégira, y en gran parte se mantuvo fuera de la vista pública hasta que decidió embarcarse en el curso revolucionario junto a su hermano, el Imam Hussain (a) en Karbalá, donde las cualidades de liderazgo dentro de su personalidad se hicieron evidentes. Como resultado, los musulmanes la consideraban la heredera del legado de su madre en la medida en que encapsula la presencia constante y decidida del esfuerzo Islámico para salvaguardar el legado del profeta Muhammad (s).
Antes de ser martirizado, el Imam Hussain confió en ella la responsabilidad de la dirección y la salvaguarda de la comunidad musulmana, de tal manera que se ha dicho: Zaynab es la persona que protegió la narrativa de la épica Hussaini y sus valores libertadores. Ella es el personaje que también protegió la sangre de los mártires y la santidad de la inmaculabilidad profética.
Falleció en Damasco (Sham), actual Siria; a través de su excepcional capacidad para despertar a las masas para levantarse contra la injusticia, agotó los esfuerzos de las autoridades y posteriormente fue exiliada a las afueras de Damasco, en donde murió y fue enterrada en circunstancias poco claras. Su santuario se localiza actualmente en el lugar en el que fue sepultada.
Para los chiítas, Sayyidah Zaynab representa el símbolo más profundo y más puro «espiritual-revolucionario” después del nieto del Profeta, el Imam Hussain. Tras haber dibujado los personajes históricos de estas personalidades con la tinta del luto revolucionario, Sayyidah Zaynab representa la máxima expresión del simbolismo de este sagrado luto revolucionario para los chiítas.
En consecuencia, la defensa de la mención y el estatus de Sayyidah Zaynab es en realidad sinónimo de la defensa de la gran misión de Karbalá en la conciencia islámica. Además, el apego continuo a todo lo que se relaciona con su personalidad es una continuación del camino del Islam; también, es fuente de remordimiento por cualquier indiferencia hacia el apoyo de las causas de la verdad, el apoyo a los oprimidos y la elevación de la mención de Allah y su Mensajero, Muhammad.
De hecho, incluso me atrevo a decir que si alguna resistencia islámica llegase a tal punto de abandonar la defensa del simbolismo de Sayyida Zaynab y su santuario, esto sin duda llevaría a abandonar la causa de Majdid al-Aqsa y la liberación de Palestina por ejemplo. Con esto, no exagero de ninguna manera; la esencia misma de la conciencia revolucionaria de los chiítas se encapsula en cinco símbolos, a saber: el Profeta Muhammad (s), el comandante de los creyentes Imam Ali (a), el Imam Hussain (a), Sayyidah Zaynab (a) y el salvador o Mahdi (atf) quien es el maestro de la “gran victoria”.
Sin entrar en los respectivos simbolismos de estas cinco personalidades, describiré el simbolismo de Sayyida Zaynab para aquellos que no lo saben. Y voy a tratar de aclarar la profunda relación simbólica entre su personalidad y las personalidades antes mencionadas.
El simbolismo de Sayyidah Zaynab (a)
Con la palabra simbolismo no me refiero al sentido figurado; sino más bien a la intensa connotación moral e intelectual que implica la verdad de esta personalidad, y la medida de su influencia sobre el carácter y la conciencia islámica. Entre estas connotaciones están:
Primero: el linaje de Sayyidah Zaynab (a) y su parentesco, que se remonta al corazón de la familia del Profeta. Además, expresó una declaración y un desafío -que ha sido repetido por los chiíes a lo largo de los siglos y sobre cuya base forman su postura moral- cuando se dirigió a Yazid con las palabras: «no borraréis nuestra memoria ni erradicareís nuestra inspiración”. Con esto, su personalidad se convirtió en símbolo icónico para salvaguardar la memoria profética y la revelación divina. Así, cualquier laxismo o negligencia hacia su personalidad incluso después de su muerte equivale a traición hacia la memoria [profética] y la revelación [divina].
Segundo: ella es un símbolo de pureza y castidad que permaneció inadvertida hasta la batalla de Karbalá, durante la cual los enemigos querían manchar su elevación, excepto que esta fue protegida divinamente. Así, ella representa la pureza y la castidad de cada mujer musulmana, y el celo de cada hombre musulmán. Cualquier ataque contra ella es un asalto a las más altas expresiones de la castidad religiosa. Y es bien sabido que cualquiera que muera para proteger su honor y en defensa de los desfavorecidos, muere como un mártir en el camino de Allah.
Tercero: ella es el símbolo de la continuación ideológica del movimiento de Karbala. Se puede decir que: ella es la personalidad que transformó la masacre de Karbalá en un paradigma revolucionario en los contextos morales, políticos y revolucionarios que perdura hasta nuestros días. Por lo tanto, los posibles fallos o descuidos hacia la defensa de este simbolismo es una grave traición que no puede ser aceptada por la conciencia islámica.
Cuarto: representa la santidad de las lágrimas, dolores, de la paciencia y la soledad, empezando por las lágrimas de Imam Hussain, Abul Fadl al-Abbas, Ali ibn Hussain y todos los que estaban en Karbalá; así como todos aquellos que se inspiraron en el camino de Karbalá hasta el presente y de acuerdo con el entendimiento islámico, hasta la futura liberación divina representada por el Mahdi. Por lo tanto, los chiies consideran que el aspecto más importante en las características del levantamiento del Mahdi es responder a la llamada de Sayyidah Zaynab cuando se puso entre los cuerpos de los mártires de Karbala y gritó: ‘ Oh Muhammad, este es tu Hussain en el desierto abierto … » por lo tanto, proteger esta afiliación a su personalidad es salvaguardar la identidad histórica y revolucionaria de un futuro que se construirá sobre la base de la paciencia, la lealtad y la victoria.
Quinto: para cada musulmán -sea un laico, seguidor o un erudito, o si es un firme religioso- Sayyidah Zaynab representa una bendición islámica única. Se le ha concedido el rango de intercesión y es una fuente de bendiciones, como resultado de lo cual las personas se aglomeran para acercarse, y desde allí, elevan sus más profundas súplicas a Allah. En este sentido, su santuario es sagrado; las almas se sienten atraídas hacia él y ahí confían sus esperanzas.
Por todas estas razones, y para aún más, ese punto geográfico en específico que ha sido bendecido para albergar el santuario de Sayyidah Zaynab no está limitado por simples coordenadas, y no puede ser entendido en términos de las limitaciones mundanas del «espacio». Es un punto focal entre los ejes de la fe hacia la cual los musulmanes de cada lugar buscan conectarse. Su verdadera “ubicación” se extiende a los reinos angélicos y para las almas que desean a la fe, la esperanza, y un amor que abarca fortaleza y honor.
Así que para aquellos que no lo saben, Sayyidah Zaynab es la quinta esencia de la súplica, la lucha y el mensaje del razonamiento del Sagrado Corán y la Sunnah del Profeta Muhammad y su familia. Cualquier ataque contra ella es un ataque contra el mensaje del Corán y del profeta Muhammad… y después de eso no puede haber sino un cataclismo absoluto.
Cuando el amor es borrado de la conciencia de un ser humano, sólo se abre el camino a la maldición de la ira y la hostilidad. ¿Y qué es Zaynab aparte del amor de Muhammad, Ali, Fátima, Hassan y Hussain?
Notas:
*Takfiri: Nombre que se da a aquellos con una visión retrógrada y fanática del Islam, se caracterizan por realizar el takfir (acusar de apostatas y de desviados a los musulmanes que no siguen su ideología). Suelen ser personas adherentes del salafismo.
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